El método que nos enseña a deshacernos de lo que nos impide mejorar y centrarnos en lo que realmente importa: nosotros.
La vida corre mucho, demasiado, parece que todo esté preparado para usar y tirar: si no me gusta, lo cambio; si no me encaja, lo tiro; si no me llena, se acaba. Y la situación se complica cuando entramos en el terreno de las relaciones interpersonales: de pareja, entre padres e hijos o con nuestros compañeros de trabajo. Es ahí donde nos damos cuenta de que conocer la teoría no significa saber ponerla en práctica, de que necesitamos estar dispuestos a jugar aun sin saber cuáles son las reglas de la vida, de que las emociones nos juegan malas pasadas porque interfieren en nuestras decisiones, en nuestra forma de hablar o de vivir la vida, y esto no es sencillo de manejar.
Para arrojar algo de luz sobre esta problemática que nos afecta a todos, Marta Ruiz de Azcárate analiza los obstáculos que nos impiden llevar una vida plena y feliz. Y así nos demuestra que, en el fondo, lo más importante es poner el foco donde realmente debe estar.