Naia, la protagonista de esta historia tan real, odia su vida. A un año de graduarse de la universidad, se encuentra perdida, saltando de médico en médico, frustrada porque nadie parece saber qué le pasa, ni siquiera ella. Qué le pasa de verdad. Mientras tanto, cuando se mira en el espejo solo ve una imagen distorsionada y unos ojos llenos de dolor.
Un día, y sin venir a cuento, la luz que parecía guiar su camino se apaga. Destrozada y todavía más perdida, Naia tendrá que pararse a explorar sus emociones por primera vez para saber cómo salir de ese agujero negro.
Este libro habla de la muerte y del tabú que es en nuestra sociedad. Del velo que se pone sobre la salud mental y la terapia. De la ansiedad y de los trastornos de alimentación. Va de las relaciones que se quedan pequeñas y de las nuevas que llegan. Del perdón y de la reconciliación. De hacer autocrítica y aprender a leer el entorno cuando parece que él y nosotros hablamos diferente idioma. Pero, sobre todo, este libro va del amor. Del amor de nuestra vida, que es el propio y el de nuestros amigos.